Sucesión de culturas y antiguo esplendor. A unos tres kilómetros del centro de Cehegín se sitúa un yacimiento arqueológico en el que se asentaron íberos, romanos y visigodos. La presencia de la cultura ibérica se puede testimoniar desde el siglo IV a.C. y ya en el siglo I d.C. la zona alcanzó el estatus de municipium romano y se transforma en una ciudad clásica dotada de edificaciones públicas, disponiendo posiblemente de foro, anfiteatro, templos, santuarios, gimnasios y termas.
La presión de los pueblos bárbaros que hicieron que la Roma imperial se desmoronase y se destruyera Cartago Nova ocasionó que Begastri alcanzara en el siglo III d.C su época de mayor esplendor llegando a ser sede episcopal. Se cree que hasta tuvo una basílica donde se custodió la popular Cruz Monogramática de Cehegín, un símbolo que hace referencia a Cristo.
¿Sabías que en el yacimiento también se encontró el conocido como “Sarcófago de Adán”? Fue en la puerta oriental y según los historiadores, algún cristiano adinerado lo trasladó hacia Begastri en el siglo IV d.C.